Este truco es definitivo para poder desenredar los nudos en cadenas y collares
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Desenredar los nudos de un collar puede convertirse en todo un desafío, sobre todo cuando la cadena es larga y fina, ya que la complejidad del enredo aumenta exponencialmente. La tentación de tirar y desenredar puede empeorar la situación, apretando aún más el nudo o incluso rompiendo la cadena por completo. Por suerte, existe un truco muy sencillo y efectivo para poner solución a este problema.
La delicadeza es clave, ya que cualquier movimiento brusco podría resultar en un nudo más apretado o en daños irreparables en la cadena. Por lo tanto, tal y como recomiendan los expertos, es esencial tener paciencia y poner en práctica este truco tan sencillo y efectivo para el cual sólo vamos a necesitar dos cosas: polvo de talco y palillos.
El truco para desenredar un collar
Si tienes una cadena enredada, lo primero que debes hacer desabrocharla. Luego, coloca la cadena en una superficie plana y presta atención a las partes enredadas. Para facilitar el proceso, tal y como puedes ver en el vídeo, pon polvo de talco sobre la mesa. De esta manera, reducirás la fricción entre las uniones enredadas. Lo que tienes que hacer es frotar el nudo con suavidad con tus dedos para que el polvo de talco caiga dentro del nudo y lo afloje.
Para deshacer el nudo, puedes utilizar palillos. Inserta las puntas en el centro del enredo y, con cuidado, comienza a separar las partes de la cadena que están enredadas. Es importante hacerlo con delicadeza para evitar dañar la pieza. Una vez desenredada, limpia la cadena con una mezcla suave de agua y detergente, y asegúrate de secarla bien con un trapo suave o papel absorbente.
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Trucos para limpiar la plata
Existen varios trucos caseros para devolverle el brillo a la plata, y uno de los más conocidos implica el uso de papel de aluminio y sal. En este método, se cubre un recipiente con papel de aluminio y se llena con agua caliente, a la que se añade sal disuelta. Al sumergir los objetos de plata en esta solución, las partículas adheridas a la plata se separan gracias a la acción de la sal, mientras que el papel de aluminio actúa como un imán, atrayendo las impurezas hacia el fondo del recipiente.
El bicarbonato de sodio también puede ser un aliado útil en la limpieza de la plata. Para este método, se mezcla el bicarbonato de sodio con agua caliente para formar una pasta, que se aplica sobre las piezas de plata con un cepillo suave. Después de limpiarlas con agua y jabón, basta con enjuagarlas y secarlas para que recuperen su brillo natural.
Finalmente, otro truco popular implica el uso de pasta de dientes. Simplemente aplicas la pasta sobre la superficie de la plata y la frotas con un cepillo o papel de cocina para eliminar la suciedad. Luego, aclara la pieza y sécala con un paño limpio para restaurar su brillo original.
¿Cómo guardar las joyas?
Cuando se trata de guardar las joyas, es esencial tener en cuenta ciertos aspectos para mantenerlas en óptimas condiciones. Una de las reglas básicas en el cuidado de las joyas es evitar que se rocen entre sí, ya que esto puede provocar daños, especialmente si están hechas de diferentes metales o tienen piedras incrustadas. Por lo tanto, cada pieza debe tener su propio espacio en el joyero para prevenir enredos y arañazos.
Para evitar los odiosos nudos en pulseras y cadenas, una opción práctica es utilizar colgadores. Estos pueden colocarse en espacios decorativos en la habitación o en la parte interior de los armarios, proporcionando un lugar separado para cada joya. Los joyeros con ganchos incorporados también son una buena alternativa para mantener las joyas organizadas y libres de enredos.
Es importante tener en cuenta que las joyas son sensibles a la humedad. La exposición prolongada a la luz solar directa también puede afectar la integridad de las piezas, especialmente aquellas con piedras naturales. Por lo tanto, es fundamental almacenar las joyas en un lugar fresco y seco, evitando la luz solar directa.
Además, es importante limpiar las joyas regularmente para eliminar la acumulación de suciedad y grasa corporal, que pueden afectar su brillo y apariencia. Utilizar bolsas de gel de sílice o pequeños paquetes absorbentes puede ayudar a controlar la humedad en el joyero y proteger las piezas de la oxidación.
Cuando se trata de cuidar el oro, es importante tener en cuenta que las piezas con menor cantidad de quilates tienden a perder su color original con mayor facilidad. Sin embargo, existen métodos simples para restaurar su brillo y belleza. Utilizar agua tibia, un jabón suave y una pequeña cantidad de amoniaco puede ser efectivo para limpiar las piezas de oro y eliminar la suciedad acumulada.